Sí, a mi juicio el sector inmobiliario tiene que evolucionar –ya lo está haciendo, de hecho– y uno de los factores ineludibles para ello  es tener en cuenta el factor riesgo y en este sentido, la figura del gestor de riesgos es fundamental.

Sí, por las siguientes razones:

• Dados los niveles de volatilidad de los activos gestionados en el sector Inmobiliario, el conocimiento de los riesgos, propios del negocio o del activo en cuestión y de los riesgos sistemáticos contribuye a la correcta gestión de la compañía, permitiendo realizar coberturas especialmente a nivel financiero. 

A la hora de analizar la viabilidad de un proyecto inmobiliario es determinante contar con una exacta y rigurosa valoración de los activos, pero no menos importante resulta la evaluación de los riesgos asociados a la inversión y posterior desarrollo del negocio, ya sea de un edificio en rentabilidad como de una promoción inmobiliaria. La figura del gestor de riesgos inmobiliarios cobra una especial relevancia en un mercado con un alto grado de profesionalización y especialización de los operadores e inversores inmobiliarios, donde la toma de decisiones descansa en un correcto análisis del binomio rentabilidad-riesgo.

Es fundamental independientemente del momento temporal. Tanto para el análisis de desarrollo en momentos alcistas como en el estudio de activos complejos o para reposicionamiento en momentos bajos del mercado inmobiliario. 

La figura del analista de riesgos capaz de aglutinar la parte técnica con el estudio económico y financiero es clave.

SERGIO VEGA SÁNCHEZ

Dr. Arquitecto Profesor Titular e Investigador UPM Universidad Politécnica de Madrid - E.T.S.Arquitectura

Considero que incorporar al sector inmobiliario una figura que pensase, analizase, y proporcionase información fiable en términos de riesgos asociados a cada uno de los activos inmobiliarios sería de la máxima utilidad. 

Tradicionalmente los errores inmobiliarios derivados de riesgos ignorados o mal evaluados asociados a los activos, y su entorno, ha sido de escasa repercusión real, dado que el desmedido crecimiento del mercado inmobiliario era suficientemente grande como para absorber todos estos errores. La burbuja pasó, y ahora sabemos porque lo hemos sufrido, los perniciosos efectos de esa gestión poco profesional. 

En estos momentos de reactivación económica, sin duda se hace imprescindible no repetir errores del pasado y aprovechar las lecciones aprendidas. La valoración inmobiliaria nunca más debería basarse en criterios exclusivamente estáticos, y la existencia de agentes y profesionales especializados en la identificación, análisis y gestión de los riesgos inmobiliarios me parece absolutamente imprescindibles.

Considero que un sector tan importante en el PIB del país necesita reducir su nivel de incertidumbre. Una manera para conseguir ese objetivo es objetivizar mediante datos los argumentos en los que apoyar las importantes decisiones económicas. El Gestor de Riesgos Inmobiliarios será la figura clave en esta nueva metodología de trabajo.

En una actividad tan compleja como la inmobiliaria, la detección precoz de los múltiples riesgos a los que está expuesta, resulta vital para la supervivencia de la organización. Así, la función del gestor de riesgos inmobiliarios, resulta fundamental para anticiparse y procurar las medidas necesarias para elaborar un mapa de riesgos, implementar las medidas precisas para identificarlos, medirlos y atajarlos, antes de que puedan producir consecuencias lo suficientemente importantes para que afecten a la continuidad y a los resultados de forma significativa.

Conocer, analizar y medir o tratar de medir el Riesgo en el sector inmuebles es fundamental. En operaciones grandes o pequeñas ir con una idea documentada es menos arriesgado que ir con intuiciones que en momentos de incertidumbre como el actual, las intuiciones se pagan caras.

El gestor debe estar formado en fundamentos macroeconómicos, empresariales, estratégicos sectoriales e inversión, su análisis y conocimiento.